algunas ideas en torno al concepto de ruina
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que las originaron eran entonces difusas e inciertas.
Nuestras ruinas contemporáneas no encierran ningún misterio. Son la consecuencia de especulaciones, de decisiones políticas y de intereses económicos: no dejan lugar a la imaginación y a la fantasía, son únicamente un grito silencioso que constata una tragedia.Lejos de pretender una visión estetizante de la ruina contemporánea, el proyecto
busca profundizar, a través de la ficción, en los antecedentes, en todo lo que hubo antes de llegar a escombros, en su posible memoria y en sus posibles historias, como imágenes robadas de los fantasmas que habitaron sus muros derruidos.
La forma final del proyecto serán una serie de pequeñas piezas audiovisuales que conformarán un mosaico de posibles situaciones y posibles relatos.
Tradicionalmente, la ruina simboliza dentro de la historia del arte, un proceso de transformación y de renovación. Las imágenes de ruinas aparecían en forma de dibujos y pinturas traídas por viajeros de lugares lejanos. Eran figuras enigmáticas, cargadas de misterio, vestigios de civilizaciones caídas y de tiempos recónditos. Eran imágenes que dejaban ugar para la sugestión, para la proyección de sentimientos e ideas, pues las causas


